Una de las patología más frecuentes que nos encontramos en el dia a dia de nuestras consultas es el hallux límitus funcional con hipermovilidad del primer radio (signo de Danamberg positivo).
El primer radio realiza una función muy
importante durante la marcha y en concreto en las fases de apoyo y propulsión,
donde se ha de comportar como un segmento rígido capaz de empujar el peso del
cuerpo hacia delante. Para ello, el primer radio ha de situarse en una posición
de flexión plantar, la cual es mantenida por los estabilizadores del primer
radio, como son la fascia plantar, el peroneo lateral largo y el ligamento
metatarsocuneano plantar.
El aumento de tensión de la fascia
plantar genera sobre la articulación metatarsofalangica un momento de fuerza
plantarflexora y un aumento de las fuerzas compresivas. La dorsiflexión de la
primera articulación metatarsofalángica es necesaria para estabilizar el pie durante la
fase propulsiva de la marcha y activar el mecanismo de Windlass por eso de este
modo, una disminución de la flexión dorsal de la primera articulación
metatarsofalángica se cree que es causante de una función anormal del pie y por
tanto, de patología como el hallux rígidus.
Sobre la acción y repercusión del mecanismo
de Windlass, el estudio de Kappel‐Bargas y cols confirma
que este mecanismo se activa durante la extensión pasiva de la primera
articulación metatarsofalángica y que durante la marcha, en la activación del
mecanismo de Windlass se produce una inversión del calcáneo y que en pies con
medialización del ASA y Navicular Drop positivo, como muestra en su estudio
Aquino y cols.
Cuando en estas fases de la marcha
la estabilidad del primer radio no sea capaz de soportar las fuerzas reactivas
del suelo, provocará un movimiento en flexión dorsal del primer metatarsiano,
cuando en realidad debería estar en una posición de flexión plantar. Esta
inestabilidad es la que define Root et al., como hipermovilidad del
primer radio. La técnica para valorar la movilidad del primer radio es mediante
la maniobra de Root que consiste en fijar con una mano los metatarsianos
menores y valorar la movilidad del primer metatarsiano en el plano frontal y
sagital con respecto al segundo. Si como
resultado da, que el primer metatarsiano al movilizarlo no llega al
plano del resto de los metatarsianos es de carácter rígido, si solo llega al plano de los metatarsianos es de carácter semiflexible y si sobrepasa al resto de
los metatarsianos es flexible. Pero
si tiene más de diez milímetros de
flexión dorsal sobre el plano del resto de los metatarsianos es compatible con
una hipermovilidad del primer radio. Clínicamente la definición de hipermovilidad, incluso con
la ayuda de la radiografía en carga, es muy subjetiva. Algunos autores han desarrollado dispositivos
mecánicos que permiten una medición estática de la movilidad en comparación con los metatarsianos 2 a 5. Los dos dispositivos más comúnmente usados poseen una
precisión diagnóstica similar y producen un promedio movilidad normal dorsal
entre 4,9 mm y 5,2 mm. De acuerdo con estos métodos, 8
mm de movimiento sagital fue considerado como el umbral de la hipermovilidad
del primer radio.
Parece ser que la causa más común de
esta hipermovilidad es una pronación anormal de la articulación subastragalina
en las citadas fases de la marcha, la cual provoca una disminución de la
capacidad del musculo peroneo lateral largo para estabilizar el primer radio en
flexión plantar.
La hipermovilidad del primer radio
producirá cambios biomecanicos en el pie y será la causa de multitud de patologías
como metatarsalgias, fracturas de stress del segundo metatarsiano, HAV, pie
plano, fascítis plantar. Además, el hecho de que el primer metatarsiano se
posicione en flexión dorsal disminuirá el rango de movimiento de la 1º
articulación metatarsofalangica, pudiendo originar hallux limitus o hallux
rigidus, según los estudios de Roukis y el de Kalish y cols.,
confirman que ante una disminución de la flexión dorsal de la primera
articulación metatarsofalangica causado por una hipermovilidad del primer radio
produce una artrosis degenerativa de la primera articulación metatarsofalangica.
Cuando ponemos soluciones ortopodologicas y su evolución a corto y medio plazo no son lo suficientemente favorables, debemos plantear al paciente la alternativa quirurgica, para evitar el deterioro articular progresivo que se esta produciendo, por lo tanto debemos plantear que técnica es la más correcta para plantarflexionar la cabeza metatarsal a los niveles mas precisos que el paciente necesita. Pero la pregunta mas importante es ¿que cantidad de plantarflexión necesita el paciente para compensar la deformidad?, ¿como cuantifico esa medida?, ¿dependiendo de esa medida, donde hago la osteotomía en la cabeza o la base del metatarsiano?.
Estas preguntas y más, intentaremos dar respuesta en el próximo congreso nacional de Albacete
Os pongo secuencia de la intervención
Estas preguntas y más, intentaremos dar respuesta en el próximo congreso nacional de Albacete
Os pongo secuencia de la intervención
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No contesto a los comentarios anónimos